Además de la denuncia por haber yacido con una mujer judía estando casado con Elionor, Arnau es acusado de ser la mismísima reencarnación del diablo. Ser hijo de Francesca Esteve, haber matado a su primo Guiamón y haber quemado el cuerpo de su padre, hace que el inquisidor Nicolau D’Eimeric también lo juzgue por no profesar la religión cristiana. A pesar de que Francesca ha negado en todo momento ser madre de Arnau, el inquisidor ordena que permanezcan en la misma mazmorra. Arnau intenta comunicarse con ella mientras Francesca calla y finge no oír sus palabras. Fingiendo sentir dolor por el rechazo que Arnau siente hacia ella, Elionor le confiesa a Joan el distanciamiento que vive con Arnau como consecuencia del deseo que siente hacia Mar. Siendo conocedor de esta situación, Joan le propone a Arnau tomar una decisión: o casarla con un hombre o hacerla profesar en un convento. Sin embargo, Arnau se niega a ser él quien decida el futuro de su hija.
Dada la negativa de Arnau, Elionor toma cartas en el asunto y llega a un pacto con Felip de Ponts para que viole y secuestre a Mar a través de un pacto irrechazable. Este hombre debe tanto dinero a Arnau que acepta la propuesta de Elionor y condena a Mar a una vida de desgracias.
También Guillem recibe noticias de Arnau en Italia. Gracias a Yucef, conoce todo lo que está sucediendo y sucedió en Barcelona con la muerte de Hasdai. Ante estas graves noticias, Guillem regresa para ponerse del lado de Arnau y evitar que pague por un pecado que no cometió. Joan no deja de intentar que Nicolau D’Eimeric deje libre a su hermano y le permita verlo pero sus esfuerzos son en vano. Por su parte, y ante la falta de posibilidades de que Arnau sea libre, Aledis y Mar se alían para hacer algo único.
Arnau se enfrenta al juicio más cruel y duro de la Inquisición donde ninguna de sus palabras le sirven para defenderse de tales acusaciones. En uno de los momentos más álgidos del juicio, Nicolau acusa a Arnau de haber quemado el cuerpo de su padre, algo que él entiende como una traición de su hermano. Para acabar con Arnau en una sesión posterior del juicio, el inquisidor hace que madre e hijo estén más cerca que nunca.
Francesca, dando fe del amor que siente hacia su hijo, niega apellidarse Esteve, haberse casado con Bernat Estanyol y haber tenido un hijo llamado Arnau. Así, Francesca consigue proteger a su hijo de un doloroso destino. Los gritos de ‘Vía fora!” comienzan a escucharse ante el tribunal de la Santa Inquisición. Campanas, hombres, gritos y hasta piedras impiden que el juicio a Arnau siga produciéndose.
Los soldados del Rey Pedro, cumpliendo con su palabra, obligan al inquisidor a liberar a Arnau tras la llegada de la host. En la confusión reinante, Francesca huye, auxiliada por Aledis y Mar se reencuentra con Arnau. Mientras sucede esto, Joan, enloquecido, acusa a Elionor de haberle hecho traicionar a Arnau. Habiendo perdido completamente la cabeza, incendia su casa y ambos perecen entre las llamas.
Con el paso de los años, Arnau, Mar y su pequeño hijo Bernat, visitan la Basílica completamente construida. Felices y con una gran emoción, los tres entran en la iglesia de Arnau para rendir homenaje, una vez más, a su madre: Santa María del Mar.
¿Sabías qué?
- El personaje de Arnau Estanyol está interpretado por dos actores a lo largo de la serie: Hugo Arbués y Aitor Luna.
- La historia relata la vida de Arnau desde su nacimiento hasta que alcanza 64 años
- Cuatro serán las mujeres que marcarán y determinarán su existencia.
- Arnau tiene la marca familiar de los Estanyol, una mancha al lado del ojo derecho.
- No tiene ni madre ni hermanos pero la vida se los dará.