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EDUARD FERNÁNDEZ ES
Felipe II de Austria
Debuta en la pantalla interpretando a dos hermanos gemelos en Zapping. El éxito de Los lobos de Washington en 1999 reorienta su carrera hacia el cine, alternando el cortometraje con las producciones de gran presupuesto como Alatriste, o adaptaciones (El método) de obras teatrales de éxito (El método Grönholm).
Hijo de Carlos I de España y de Isabel de Portugal, ocupa el trono desde 1556. Es un hombre cruel, aunque también deja mostrar su cara más humana. Tiene 53 años y graves problemas de salud (gota, artritis, problemas de estómago). Está obsesionado con la sucesión, ha tenido cuatro hijos, de los cuales dos ya han muerto.
Siente celos de su hermano, Don Juan de Austria, a quien envidia por su juventud y su coraje.
Felipe II ha enviado a Don Juan a “pacificar” Flandes, prometiéndole que, cuando lo haga, le ayudará a invadir Inglaterra, rescatar a María Estuardo, casarse con ella y, tal vez, convertirse en Rey de Inglaterra y Francia.
En realidad, parece que lo único que pretende es mantenerlo alejado de España.
Lo que realmente preocupa al Rey en estos momentos es la sucesión del trono de Portugal. Y no pondrá reparos en conseguirlo con las armas.
Veremos a Felipe II como un hombre amargado. Ha crecido y ha vivido rodeado de muerte. Un hombre solitario, reflexivo, religioso y temeroso de Dios.
No tolera la ofensa ni la irreverencia. No tolera el engaño. Y, cuando se siente traicionado, es capaz de una gran crueldad.
Estratega y maquiavélico, no da nunca un paso ni toma una decisión si no lo tiene todo previsto y controlado.
Está enamorado de la Princesa de Éboli, con quien tuvo un hijo (Rodrigo) y no soporta imaginarla en brazos de otro hombre.
Descubrir la relación de la Princesa y de Pérez –su secretario, confidente y su cómplice— es para él la mayor de las ofensas.
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