Tras momentos de angustia en los que todos dan por hecho que Povedilla ha muerto asfixiado tras ser sepultado por equivocación, el policía becario da señales de vida. Rita, su novia y compañera de trabajo, está embarazada y, tras el emotivo encuentro, ambos anuncian que se van a casar. Aunque Povedilla se reincorpora al trabajo tras un tiempo de baja, todavía le quedan secuelas del trauma sufrido, pero él quiere demostrar que se merece un ascenso.
Gracias a la actuación de Lucas, Sara parece estar a salvo tras haberse visto casualmente involucrada en el caso de corrupción policial que en el que se centraron los últimos episodios de la temporada pasada. Ahora los dos jóvenes viven juntos y disfrutan de su amor sin la constante oposición de Paco, el padre de la chica.
Sin embargo, debido a su indisciplinado comportamiento, Lucas ha sido apartado de su trabajo de policía y no puede pagar el piso que comparte con Sara. La relación entre Paco y Lola es cada vez más distante. El matrimonio parece resentirse aún más tras la marcha de Sara y el deterioro de ambos es evidente. Es el cumpleaños de Paco y tanto él como su mujer se lo toman sin ninguna ilusión. Sara, por su parte, no sabe qué hacer. Finalmente decide llamar a su padre por teléfono y dejar un cariñoso mensaje en el contestador.