Don Lorenzo quiere dar prioridad en la comisaría es el caso Uriarte e infiltra en la banda a Mariano ya que éste se parece mucho a un miembro de la misma que ha muerto de un infarto. El agente se tendrá que hacer pasar por experto en bombas para averiguar para quién iba dirigida la siguiente.
Además se enfrentará cara a cara con el responsable del asesinato de Bernarda. Por otro lado, Robles y sus hombres tienen a Lucas retenido, atado y sedado para sacarle información. Mariano y Paco sospechan que Don Lorenzo esta fingiendo su invalidez para hacerse con el control de la casa y que todo se haga a su manera.
Para ponerle a prueba, Paco lleva a su suegro un taca taca. Lola, que no puede creerlo, acusa a su marido de desalmado y le amenaza con irse de casa. Paco decide investigar a su suegro por su cuenta, pero de paso, aprovechará para espiar a Sara y Aitor. Silvia se encuentra en estado crítico en el hospital y los médicos hacen lo posible por intentar salvar su vida. Llega un aviso a la comisaría de que hay una mujer herida de bala. Don Lorenzo envía a Rita y a Montoya al hospital para custodiar la habitación, sin saber que es la de su propia hija. Ante la falta de noticias de Silvia y de Lucas, todos se piensan que están juntos.