Aitor y Sara se despiden con un abrazo, un deseo y una confesión

Tras la pelea, Aitor cura sus heridas. Sara llega a la enfermería del CNI. Ya tiene que marcharse de vuelta a Barcelona, por lo que es el momento de la despedida.

Los dos tienen un deseo: “Espero que no pasen diez años”, comenta Sara. Aitor ironiza por repetir todos los fines de semana lo que han vivido en estas horas, entre el combate, el ruso muerto, sus heridas…

Sara bromea con acabar todos desterrados a Malasia con él, a lo que él responde que así es como terminó allí: “Por hacer las cosas a nuestra manera”. “Siempre seré un hombre de Paco”, asegura.

Los dos se abrazan: “Adiós, rubia”, “Adiós, moreno”. Y Sara le hace una confesión: “No te equivocas: Lucas y yo seguimos juntos”. Pero la vida de uno de los dos está en peligro si Paco y los demás llegan a saber la verdad.

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