Paco y Mariano, al enterarse de que el caso del narcotraficante vuelve a estar en manos de la Guardia Civil, deciden vengarse resolviendo algún caso que tuvieran pendiente. Y seleccionan uno de enfermos mentales muertos en extrañas circunstancias, todos ellos internos en la misma Institución Mental. Mariano y Paco se infiltran como dementes, y Félix como celador para ayudarles con la investigación.
Se acerca el momento de intercambiar con Salazar los planos por Carlota. Lucas y Sara tienen que buscar la forma de salir con vida del encuentro, y llegan a la conclusión de que para Salazar, su bien más preciado es su camión, su centro de trabajo, por lo que la pareja planea poner explosivos en el trailer para asegurarse la huída. En el plano sentimental, Lucas y Sara están conviviendo juntos en casa de Sara ya que sus padres no están, pero mientras Sara se muestra desinhibida, Lucas prefiere intimidad a la hora hacer ciertas cosas para no perder la "magia".
Silvia y Pepa no tienen las cosas claras respecto a lo que pasó entre ellas. Povedilla las ve besándose y Silvia aprovecha para pedirle consejo. Don Lorenzo, que no deja de vigilar a su hija después de haber presenciado lo ocurrido entre ella y Pepa, presiona a Povedilla para que aconseje a Silvia que lo de Pepa no es nada serio y que es mejor dejarlo pasar.