Publicidad
Jimena y Mario, aún dudosos de su inocencia, idean un plan para ayudarle. Lo que no esperan, es que ese plan ponga en peligro a uno de los miembros de la familia.
Y no es el único peligro para los Castillo, porque Leo se ha convertido en una bomba de relojería a punto de estallar y amenaza con contar todo lo que sabe de Sandra justo cuando ella ha decidido volver a Valle Perdido.
Pero Sandra, antes de regresar, tendrá que afrontar un reto mucho más importante: salvar su vida. Pues sus perseguidores acechan a sus padres, esperando que ella aparezca.
Culebra, ajeno a todo esto, finge no echar de menos a Sandra. ¿Pero está dispuesto a renunciar a ella y embarcarse en una relación seria con Claudia?
Publicidad
Santiago se acerca cada vez más a Fina y le pide una cita: “¿Vienes a mi casa a cenar esta noche?”
El empleado está empezando a tener un cierto interés en su compañera de trabajo dejando a Fina un poco descolocada.