Eso provocó la confrontación en el seno de la familia. ¿Es ese muchacho solo una víctima o esconde algo más? ¿Deben confiar de un extraño y abrirle las puertas de su hogar? Sobre todo, ahora que tienen un fugitivo en casa: Andrés.
Mario y Jimena buscan desesperadamente la manera de que el antiguo profesor escape de Valle Perdido. Pero para ello no solo tienen que sortear la presencia policial… sino también a la siempre activa Rosa Ruano, que después de la aparición del cadáver, no está dispuesta a que la inseguridad y el crimen se apoderen de Valle Perdido.
Y por si eso fuera poco, Lucas anima a Culebra a decirle a Sandra, de una vez por todas, todo lo que siente por ella.