Sirin juega con los sentimientos de Levent para conseguir llegar hasta Sarp

Levent pone a día a Sirin tras su último encuentro con Sarp. Sin embargo, está empezando a comprobar que su novia tiene un interés por él algo diferente al que esperaba y que ella aún está enamorada de ese hombre. El exceso de entusiasmo la ha delatado.

Al verse descubierta, Sirin tira de reflejos para retener a Levent. Le asegura que, si se ha alegrado tanto al ver que Sarp ha preguntado por ella, es porque significa que no está relacionado con su secuestro e, incluso, puede pedirle ayuda. Y añade a Levent que de quien está enamorada es de él. Un juego a dos bandas para que el joven siga a su lado.