Cuando Bahar llega a su nuevo piso en el barrio de Tarlabasi, se encuentra con que su vecina de al lado es Ceyda. Al principio es una mujer descarada e, incluso, maleducada con ella. Lleva una vida revuelta y tiene como amante a Yusuf, el casero de ese edificio. Con el paso del tiempo, Ceyda empieza a abrir su corazón, especialmente gracias a Doruk, que se 'enamora' de ella.

Los niños son su debilidad y hay un motivo: tiene un hijo, Arda, al que apenas ve. El niño vive con su abuela, debido precisamente al estilo de vida de Ceyda. Aunque ha intentado ocultar quién es el padre, ha aparecido años más tarde. Es Emre, su amor de juventud.

Uno de los grandes valores de Ceyda es que, cuando abre su corazón, lo entrega entero y se gana el de los demás: ha pasado con Bahar, Arif, Enver y Hatice... y hasta con Yeliz, a la que al principio no podía ni ver. Sin embargo, terminaron convirtiéndose en amigas y su muerte supuso uno de los golpes más duros de su vida.