Renacer | 31 de marzo
Uras, atrapado entre su carrera y el embarazo de Seren: ¿seguirá su sueño o renunciará por amor?
Ahora, con su beca en juego, se enfrenta a la decisión más difícil de su vida. Tras saber que será padre, Uras intenta tomar una decisión… pero Süreyya no se lo pone fácil. ¿Qué hará?

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Desde que sabe que Seren está embarazada, la vida de Uras ha dado un giro radical. Quiere aprovechar su beca en Inglaterra, pero siente que no puede tomar decisiones solo por él, sino también por su pareja y esos bebés que vienen en camino. “Ahora hay algo en mi vida que me ilusiona más”, ha dicho, dejando clara su prioridad.
Pero Süreyya no ha perdido la oportunidad de empujarlo hacia una decisión que, en el fondo, parece estar muy bien calculada. Le ha dicho que solo sería un año fuera, que su madre puede cuidar de Seren y que, si renuncia ahora, no habrá vuelta atrás.
Además, ha intentado manipularlo sutilmente: “Si yo estuviera en tu lugar, no dejaría pasar una oportunidad así. Cuando vi tus calificaciones, supe que eras brillante”. En ese momento, Uras se ha sentido presionado. “No quiero dejar sola a Seren”, ha respondido con el corazón en un puño.
Süreyya, sin inmutarse, le ha repetido que no estará sola y que todos en el hospital cuidarán de Seren. Lo que busca está claro: que Uras se marche, que Bahar renuncie, y que todo lo que une a Bahar con el hospital, incluido Evren, desaparezca.
Uras, totalmente atrapado entre su vocación y su familia, no ha firmado los papeles de la renuncia. Ha aceptado pensarlo un poco más. Ahora, su futuro está más en el aire que nunca.
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