¡Es una trampa!: Ceylin desaparece sin dejar rastro y secuestran al único superviviente del crimen del pozo

Ceylin, junto con Ilgaz, Eren y el resto policías, preparan minuciosamente los pasos que debe seguir para que todo salga bien y no haya que lamentar heridos.

La joven Erguvan, con un chaleco antibalas, va hasta el hotel para completar su misión. Allí todo está preparado: Hay policía encubierta, las puertas y edificios colindantes están vigilados y además Ilgaz, Eren y Pars lo van siguiente todo gracias a las cámaras instaladas.

Parece que nada puede salir mal, aunque Ilgaz no piensa lo mismo. Tiene miedo de que algo pueda pasarle a Ceylin y por eso, no quería involucrarla en el caso.

Toda marcha según lo previsto hasta que suena el teléfono de la habitación en la que Ceylin acaba de dejar el cuchillo. Una voz distorsionada le dice, al otro lado de teléfono, que si quiere saber su identidad vaya hasta el aparcamiento, pero con una condición: debe ir sola y bajar en ascensor de servicio.

Mientras tanto, Ilgaz llama a su padre para que vaya a averiguar si Mehmet Can, el único superviviente del crimen, sigue en su habitación del hospital. Metin le confirma la peor de sus sospechas… ¡el niño ha sido secuestrado!

El fiscal, que desde fuera cada vez está más nervioso, se da cuenta de que... ¡todo es una trampa y que Ceylin corre peligro! Ilgaz cree que el asesino quería distraerlos con lo del cuchillo para poder secuestrar a Mehmet Can. Por su parte Ceylin, ajena a todo, tiene claro que quiere averiguar la identidad del asesino. La joven decide saltarse las normas y...¡desaparece sin dejar rastro! ¿Dónde está la abogada Erguvan?