Andrés y Begoña, incapaces de controlar sus sentimientos en la cabaña donde comenzó todo: “Ahora solo existimos tú y yo”

Begoña está decidida a recuperar el brillo que tenía antes de estar a punto de perder la vida. Por ello, ha decidido volver una vez más al lugar donde ocurrió todo, esta vez sola, dispuesta a enfrentarse a sus mayores miedos.

Pero Luz, sabiendo el plan de su amiga, no iba a permitir que esta fuese sola, y no ha dudado en llamar a Andrés para que la acompañase y se asegurarse de que todo iba bien.

Nada más llegar al lugar, Begoña ha caído presa del pánico recordando el duro momento en el que su vida pendía de un hilo. Por suerte, Andrés llegó a tiempo para tranquilizar a la mujer.

El menor de los De la Reina abrazó dulcemente a la mujer, que, azotada por el miedo, se abrió profundamente al hombre: “Yo ya estoy muerta en vida”, declaró, mientras el joven le confesaba que él tampoco era feliz sin ella, por mucho que lo hubiese intentado.

El dolor y el deseo invadió el lugar, provocando que, al fin, ambos cayesen en la tentación con un apasionado beso. Pero… ¿qué ocurrirá cuando vuelvan a su hogar?