Fina rompe su relación con su padre: "¡No pienso rebajarme más!"

Fina ha vuelto a ir a ver su padre para intentar arreglar las cosas con él. Desde que la joven se sinceró sobre su sexualidad, él no se lo ha perdonado, y la ha juzgado duramente.

En el 1958 la homosexualidad es un delito, e Isidro lo ve como tal, cree que él no ha educado a su hija para "ofenderle y comportarse así".

A pesar de los esfuerzos de la joven por demostrarle que ella es la de siempre y que nada cambia, Isidro se mantiene firme: "Todo ha cambiado. ¡Él sigue en sus trece!

"Me estoy cansando de tender la mano y solo recibir mordiscos", le ha dicho Fina, muy harta de la actitud de su padre. Pero él ha seguido en sus trece, no piensa ni aceptarla ni perdonarle por la ofensa que ha cometido. ç

Finalmente, tras intentara sin éxito razonar con él, Fina se ha acabado por marchar, despidiéndose de su padre. E Isidro ha dejado que se fuera... ¿Conseguirán hacer las paces en algún momento?