Manuela le dice a don Agustín lo que piensa de él y consigue… ¡sacarle de sus casillas!

Manuela sigue trabajando en la cantina después de que a don Agustín le diese un dolor de espalda.

Ya es una más, sin embargo, tiene un fuerte encontronazo con el sacerdote de la fábrica.

Aunque al principio parece que hacen buenas migas, Manuela le suelta algunas críticas sobre sus sermones en misa.

Manuela se lo dice para ayudarlo, pero don Agustín se lo toma como una ofensa.Además, Manuela sigue con su discurso y el sacerdote se lo toma todavía mucho peor.

Gaspar intenta que haya paz entre ambos, pero parece que ya no hay nada que hacer.¡Don Agustín se marcha de allí muy enfadado y diciendo que Manuela le ha faltado al respeto!

El cantinero le pide a Manuela que vaya a pedirle disculpas, pero ella no piensa mover ni un solo dedo. ¿Podrán reconciliarse?