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CAPÍTULO FINAL
Un rodaje incómodo, pegajoso y muy divertido
Silva Alonso pasó horas y horas en la camilla repleta de sangre para interpretar la secuencia en la que su padre el Coronel Márquez y Fidel la operan de urgencia. Gracias a un mecanismo de tubos, la sangre salía a todo trapo por la piel de Silvia y se esparcía poco a poco pringando a la actriz. ¡Menos mal que la sangre estaba hecha de azúcar!
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