Lütfiye le ofrece a Sermin trabajo como limpiadora… ¡Y se muere de vergüenza!

Desde que su hija se ha escapado tras asesinar a Hakan, Sermin ha caminado como un alma en pena por las calles de Çukurova. Sus amigas le han ofrecido dinero porque sabían por la mala situación económica por la que estaba pasando, pero ella ha rechazado su ayuda.

En realidad, ella sola se ha buscado estar así. Su avaricia la ha llevado a perderlo todo y aún por encima ahora ha perdido a su mayor apoyo, Betül, que ha sido arrestada en Siria por Züleyha y sus amigos.

A Sermin no le queda más remedio que acudir a la alcaldesa para suplicarle que le dé trabajo. Después de revisar las vacantes disponibles, Lütfiye solo puede ofrecerle un puesto como limpiadora. ¡A la madre de Betül no le hace ninguna gracia!

“El puesto en el departamento de limpieza es el que queda, si lo quieres te lo daré”, le dice la tía de Fikret. Con lágrimas en los ojos, a Sermin no le queda más remedio que aceptar. ¡Quién le iba a decir a ella que terminaría así!

“¡Qué vergüenza que la gente me vea así, es que querría morir!”, susurra en su primer día de trabajo. Los vecinos del pueblo comentan que ella sola se ha buscado terminar así. ¿Aguantará Sermin en este trabajo? ¿Qué pasará cuando descubra que han detenido a su hija?