Capítulo 26
Abidin decide marcharse si Suna no lucha por ellos: "No puedo verte en brazos de otro"
La historia de Suna y Abidin se encuentra en su punto más doloroso. El miedo y las imposiciones sociales parecen separarlos cada vez más.
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Abidin no ha podido quedarse de brazos cruzados tras la desgarradora escena en la cena, y ha ido a la habitación de Suna. Al verlo, rota por dentro, lo ha abrazado llorando, disculpándose por todo. "Solo te quiero a ti", ha confesado, dejando claro que su amor por él es verdadero, pero también imposible de defender.
El miedo a su padre la paraliza. "Solo conoces el lado bueno de mi padre", ha explicado, recordando que, si no fuera por Halis, su padre la habría casado mucho antes. Ahora, no ve salida a esta situación.
Desesperado, Abidin le ha propuesto huir juntos, empezar de cero, pero Suna se ha negado. No puede dejar atrás a su madre ni a Seyran. No puede ser egoísta, aunque su felicidad esté en juego.
Abidin, dolido, ha intentado hacerla entrar en razón. Él está dispuesto a luchar, a enfrentarse a quien sea por su amor: "La gente tiene muchas cosas de las que avergonzarse, pero nunca lo haré de este amor que siento dentro de mí. Te quiero".
Pero si Suna sigue adelante con su boda forzada, Abidin ya tiene claro su destino: se marchará de la mansión para siempre. No puede verla en brazos de otro hombre.
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