Una herida abierta

El desprecio de Halis a Fuat antes de su muerte deja una culpa imposible de olvidar

Halis le dio una bofetada, lo humilló y lo echó de su habitación. Nunca pensó que esas serían sus últimas palabras… y ahora, el arrepentimiento pesa más que nunca.

El desprecio de Halis a Fuat antes de su muerte deja una culpa imposible de olvidar

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Fuat entró en la habitación con el corazón en un puño. Quería saber si había noticias de Ferit, preocupado por su hermano. Pero en lugar de apoyo, se encontró con la frialdad de Halis y la presión de su padre Orhan.

Llorando, pidió respuestas. Pero Halis fue tajante: “Ferit es tu hermano, me pregunto cuánto te duele el corazón en este momento”. No quiso escuchar y le exigió que se marchara.

Orhan trató de sacarlo con delicadeza, pero Fuat no se calló: “Ferit es una de las personas que más quiero. No soy responsable de lo que ha pasado”, respondió.

Fue entonces cuando Halis le dio una bofetada en la cara, lo acusó de ser un perdedor, de estar celoso de su hermano y de no valer nada para la familia. “Eres un germen sucio en esta casa”, le gritó.

Fuat, herido por dentro y por fuera, se marchó sin mirar atrás. Horas después, su vida terminó en un accidente de tráfico. Y aunque en ese momento Halis no lo sabía, aquellas palabras fueron lo último que le dijo a su nieto.

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