Capítulo 10
Suna vuelve a casa y se rinde ante el destino impuesto por su padre: “Haré lo que me digas”
Con gran dolor, se ha visto obligada a confesar que ha estado escondida en la mansión de los Korhan. La tía Hattuc, intentando rebajar las tensiones, ha evitado que Kazim le pegue a su hija.
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Cansada de huir y dispuesta a aceptar su destino, Suna ha decidido volver a casa. Aliviada por estar de regreso, ha abrazado con cariño a su madre, pero lo peor aún estaba por llegar.
Nada más poner un pie en casa, ha escuchado los pasos de Kazim acercándose. Muerta de miedo, su mente ha viajado a otra época, cuando era más pequeña y soportaba las palizas de su padre para proteger a Seyran.
“¿Dónde has estado?”, ha preguntado Kazim nada más tenerla enfrente. Con gran dolor, la joven ha confesado que se estaba escondida en casa de Seyran.
Dejándose llevar por su rabia, Kazim se ha acercado para pegarle y Hattuç le ha detenido. “Si le pones una mano encima a esta chica, te juro que te maldeciré”, ha sentenciado, logrando detener al hombre.
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Por ahora, parece que el destino se ha puesto de parte de Suna, pero… ¿cuánto tiempo durará? ¿Deberá casarse con ese hombre? ¿O encontrará Seyran alguna solución?
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