Hemos hablado con ingenieros de comunicaciones que nos han asegurado que "no hay evidencias físicas" que corroboren la afirmación de la Organización Mundial de la Salud en la que se aseguraba que los móviles pueden ser cancerígenos para las personas. Estos ingenieros están acostumbrados a trabajar con ondas, antenas, radiaciones ... nos explican que, más allá de los teléfonos móviles vivimos rodeados de señales por todas partes. "La televisión o las ondas de FM transmiten potencias mucho más elevadas que los teléfonos móviles".
10 vatios por metro cuadrado es el límite de banda que impone la OMS para los móviles. Por debajo de ese límite, no debería haber problemas. Se trata de un valor insignificante, aunque también hay que tener en cuenta que, cuando hablamos por el móvil, el nivel de señal que incide en nuestra cabeza es millones de veces superior al que nos llega de la estación base. "El lugar menos aconsejable para hablar por el móvil es en los garajes o en los lugares donde la cobertura sea escasa", aseguran los expertos.
En conclusión, de momento no se puede decir que el móvil produzca cáncer, aunque estamos envueltos por tantas señales que, cualquier precauciín, siempre es buena.