Los bandoleros descubren el robo y creen que Sara es la culpable, es entonces cuando Juan Caballero sale en su búsqueda.
Entretanto Sara consigue las medicinas para salvar a los niños del envenenamiento por beber agua en el pozo.
Álvaro se excusa ante Roberto por sospechar de él como autor del envenenamiento, aunque su arrepentimiento no es sincero, en el fondo lo que quiere es conseguir el terreno que Blas le ha arrendado. Por otra parte, el joven Montoro está cada día más obsesionado por Martina. Además, Pepe, animado por los vecinos, está dispuesto a ser el nuevo alcalde de Arazana.